Vistas de página en total

sábado, 28 de junio de 2014

La pequeña luz del abismo

  ¿Nunca habéis tenido esa sensación que es como si no tuvierais ninguna?
  Como si estuvierais vacíos, u os faltara algo vital para vivir y no supierais qué es.
  Como si necesitarais reír o llorar y no pudierais.
  Faltos de emoción. De energía. De todo.
  Entonces no te apetece nada. No quieres ni dormir ni estar despierto. Ni escuchar música ni estar en silencio. Ni leer ni ver una película o una serie. Queréis estar solos pero a la vez necesitáis compañía.
  Es extraño.
  Como un cansancio espiritual.
  Como caer en un eterno abismo oscuro... sin nada a lo que agarrarse.


  Lo pierdes todo. Pierdes la sonrisa, las lágrimas. La esperanza. Las ganas de todo. La energía. La alegría, la ira...
  Lo único que se conserva a tu lado, es, tal vez, -obviando una absurda y superficial existencia que llegas a odiar- el dolor. Un dolor sordo que se queda ahí, constante, como una pequeña herida incurable. Si te distraes lo suficiente, llegas a olvidarlo. Pero se queda. Siempre se queda, esperando la oportunidad de volver a atacar,cuando menos lo esperes, y debilitarte un poco más.
  Pero solo un poco.
  Para que la espera sea larga, interminable... eterna.
  Y nunca caes pero no dejas de caer.
  Y nunca lloras pero no dejas de llorar.
  Y nunca gritas pero no dejas de gritar.
  Es tan confuso...


  ¿Me ayudarás a salir del abismo?