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sábado, 5 de julio de 2014

Atentamente...

  Querida vida:

  Quiero pedirte un favor.
  Si realmente me amas, déjame ir.
  Vete lejos, y no vuelvas. Nunca. No quiero volver a verte. No quiero estar más contigo.


  Te quiero, ¿está bien? Te quiero. Pero no puedo seguir soportando esto. Ya no. He luchado durante demasiado tiempo por hacerte feliz. Pero tú no haces más que hundirme y hundirme... y yo no me acuerdo de cómo nadar.
  Tan solo logro mantenerme a flote a duras penas, pero cada vez estoy más cansada. No puedo seguir. Me estoy ahogando. ¡Joder! ¡Me estoy muriendo! ¡Ayúdame! Lo he dado todo por ti. Todo. He seguido a tu lado día tras día a pesar del dolor. ¿Por qué me haces esto? ¿Qué te he hecho yo? ¿No te das cuenta de lo dura que me haces la existencia...?


  Sé que si me alejo de ti, ya no habrá vuelta atrás.
  Sé que, si me voy, todo estará oscuro.
  No volverá a haber esperanza.
  Pero tampoco volverá a haber dolor.
  Son ya tantas las cicatrices que cubren mi cuerpo... cada día estoy más débil. No puedo seguir teniendo fe en que cambies.
  Por eso te digo adiós.
  Vete lejos antes de que lo sepa.
  Vete, vete, vete, y no vuelvas jamás, por mucho que llore, que ruegue tu regreso. No quiero que vuelvas conmigo porque tan solo me harás daño.
  De todas formas, ya no me importa. Al menos no del todo.
  Es demasiado tarde para eso.
  Adiós.

1 comentario:

  1. Percibo tanta desesperación en tu entrada, tanta angustia, tanto dolor... Que no puedo evitar entremecerme y conmoverme, haciendo míos tus sentimientos.
    Podría decir que me ha gustado, pero más que eso, me ha llegado al corazón.

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