Vistas de página en total

lunes, 14 de julio de 2014

Impotencia.

  Estoy harta del mundo en general. Harta. Lo odio.
  Lo odio como no os podéis imaginar.
  Es siempre lo mismo. La misma maldita historia. Nunca cambia nada. Se repite todo una y otra y otra vez... y, si alguna vez cambia algo es, tan solo, para añadir más dolor.


  ¿En qué consiste esta vida?
  Cuando eres pequeño eres feliz tan solo porque vives en una mentira. Luego creces y te das cuenta de la verdad.
  En las noticias solo se ve guerra, hambre, violencia, racismo, homofóbia, maltrato animal, enfermedades, asesinatos, raptos, corrupción...
  ¿Qué pretenden?
  ¿Qué coño piensa ganar alguien matando a sangre fría a un niño de cinco años?
  ¿Qué le puede atraer de violar a una cría de siete?
  ¿Qué saca de maltratar a su mujer?
  ¿Qué arte tiene torturar a un animal inocente?
  ¿Qué pasa por tu cabeza, asqueroso hijo de puta, para ver antinatural a dos personas del mismo sexo amándose, pero tirarte a cualquier zorra borracha te parece bien? ¿Cómo te puede parecer que alguien, por el simple hecho de ser más moreno que tú, tiene menos derechos?


  El mundo da tanta pena... está podrido. Está más muerto que vivo.
  Ya nadie hace nada por nadie.
  Ya nadie quiere de verdad a nadie.
  Ya nadie antepone el bienestar de otra persona a su propio egoísmo.
  Joder, que ahora, si no le pegas un tiro a alguien, te apañas para que se lo tire él.
  Que si no torturas a otra persona físicamente, te aseguras de hacerlo psicológicamente hasta que ya no aguanta más y se suicida.
  Y lo peor de todo es que disfrutáis con ello.
  El mundo de ahora disfruta viendo sufrir a la gente. Jodiéndoles la vida. Haciendo de cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día de su vida una tortura eterna, un dolor que nunca acaba. Haciendo que odien tanto todo hasta el extremo de que solo existen, sin más, con el único deseo de que acabe todo... con el único deseo de morir.


  Es que no lo entiendo. Alguien que lo daría todo por ti... alguien que te quiere más que a si mismo... ¿por qué? ¿Por qué le haces pasarlo así de mal? ¿Por qué haces que llore cada maldita noche encerrado en su cuarto? Y sobretodo... ¿por qué disfrutas haciéndolo?
  ¿A nadie le importa todo esto ya? ¿A nadie le duele que la gente muera en guerras absurdas? ¿Que los niños mueran de hambre y sida? ¿Que una pobre mujer tenga que ver como, el hombre al que ama, mata a sus hijos a golpes, sin que ella pueda hacer nada... para ser la siguiente? ¿Nadie ve mal que dos enamorados no puedan casarse? ¿Que alguien no le pueda dar una educación y una vida adecuadas a sus hijos por ser de otro país?


  La gente se ha vuelto tan jodidamente egoísta que solo ven por ellos mismos. Es el bien propio y nada más.
  Y si de verdad queda alguien a quien le importe lo más mínimo todo esto... que lo pase mal por los demás... le tacharán de loco mientras se ahoga en su propia impotencia alimentada de la certeza de saber que nunca nada va a cambiar.
  Así que, adiós. Me voy.
  Prefiero morir por mi cuenta antes de que algún hijo de puta me obligue a hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario